Me pongo en contacto con ustedes en relación a la polémica generada a causa de la exposición UNTITLED Exhibition(ism) que presenté en el IEI de Lleida la pasada semana.
Tras haber sido premiado con el PREMI EMBARRAT-IEI 2014, consistente en la producción de una exposición en el IEI. La Diputaciò de Lleida se plantea el lunes 20 de julio, a cuatro días de la inauguración y de manera unilateral, la cancelación de la muestra. Hecho por el que me sentí indignado e indefenso. Afortunadamente todo quedó en una deliberación a puerta cerrada y el martes por la tarde pudimos proseguir, sin censura alguna, con el montaje que había quedado paralizado.
Tras recibir la visita (jueves) de los servicios jurídicos de la diputación para valorar la “legalidad” de las piezas, deciden restringir el acceso a menores a la exposición íntegra. Desoyendo así, mi propuesta de restringir el acceso única y exclusivamente a tan controvertidas piezas: habilitando un espacio separado, tal y como se viene haciendo en infinidad de muestras artísticas. Remarcar que en ningún caso tuve oportunidad de dialogar con responsable alguno de las instituciones que auspician esta muestra. En cualquier caso respeto la decisión tomada.
La polémica suscitada por el cartel me parece anecdótica, aunque considero que la segunda opción que les propuse servía a los intereses y estilos de ambas partes. Respetando así la “legalidad” y la esencia de la exposición. Irónicamente la imagen del cartel es parte de una pieza que habla sobre la censura en los medios digitales.
Lamento que la atención haya sido desviada por la polémica en detrimento de la exhibición en sí. La muestra se compone de una serie de piezas que pretende utilizar el cuerpo como herramienta de comunicación para suscitar una serie de diálogos con el espectador. Entiendo que este lenguaje, el de la performance, pueda resultar desconocido para muchos. Por eso me gustaría reivindicarla como la disciplina artística que es. También les invito a echar un vistazo al dossier y descubrir el mensaje decodificado que subyace a cada una de las piezas, por si el valor artístico de la muestra también pueda ser de su interés.
La sociedad que categoriza el cuerpo humano como algo ilícito no que creo que vaya por el buen camino y menos con la excusa de la defensa del menor. Somos cuerpo hasta la muerte, no cabe ninguna censura a nuestro ser. Esto debería hacernos repensar el papel del cuerpo en nuestra sociedad, ese del que estamos totalmente disociados. Pues la única imagen colectiva que nos queda de él es la de los cuerpos idealizados que nos muestra la publicidad para vender sus productos y sumirnos en la estandarización.
Para finalizar me gustaría agradecer a todos los asistentes de la inauguración por su presencia y así haber contribuido a demostrar que propuestas arriesgadas de arte contemporáneo son posibles también en Lleida.
Solo me queda invitarles a visitar la muestra, que estará expuesta en la Sala Gòtica del IEI hasta el 20 de septiembre, y juzgar por ustedes mismos.